martes, 4 de noviembre de 2014

ADITIVOS TÓXICOS EN LAS VACUNAS


¿Qué son las vacunas y cómo funcionan?

La RAE define vacuna como  “Virus o principio orgánico que convenientemente preparado se inocula a una persona o a un animal para preservarlos de una enfermedad determinada” (1).



El sistema por el que funcionan las vacunas consiste en que al inocular un antígeno (organismo vivo atenuado, microorganismos muertos o inactivos) al individuo, para que su sistema inmune genere una respuesta específica ante ese antígeno, queda en el individuo un recuerdo o memoria frente a esa exposición. De esta manera, cuando haya una nueva exposición al patógeno, el individuo ya poseerá los elementos inmunes necesarios para elaborar una respuesta específica frente al patógeno y evitará contraer la enfermedad.


¿Son útiles para prevenir enfermedades?

En España, al igual que en la mayoría de países desarrollados, desde unos años atrás hasta hoy día, se ha sistematizado su uso a través de calendarios de vacunación. Suponiendo un descenso muy importante en lo que al número de casos de ciertas enfermedades se refiere.

  




Según la OMS, las vacunas salvan a unos 3 millones de niños cada año en el mundo, y junto a la potabilización del agua, es uno de los mayores avances que han cambiado la situación sanitaria mundial (2).

¿Qué enfermedades pueden prevenir?

Entre las enfermedades que se pueden prevenir con las vacunas están: RotavirusDifteriaTétanos, Tos ferina (Pertussis), Poliomielitis (polio, parálisis infantil), SarampiónRubéola,  VaricelaHepatitis A,  Hepatitis B,  Meningococo,  Haemophilus Influenzae tipo B (Hib),  Tuberculosis (vacuna BCG)Parotiditis (Paperas)Fiebre AmarillaFiebre tifoidea,  Meningocócica ACWY135, Encefalitis centroeuropeaEncefalitis japonesaRabiaColera, Gripe, Neumocócica. (Asociacion españolas de vacunologia) (3).

¿Son realmente seguras?

Existe gente que no confía en la seguridad de las vacunas basando sus argumentos en la toxicidad de los aditivos que poseen. Aunque las organizaciones científico sanitarias consideran que estos aditivos son totalmente necesarios y seguros (2), los detractores insisten en el aumento de prevalencia de algunas enfermedades como consecuencia de la toxicidad de esos aditivos (4,5).  

¿Qué aditivos llevan las vacunas?

Los aditivos utilizados en la producción de vacunas pueden incluir (6):

  1. Sustancias de suspensión de fluido (por ejemplo, agua estéril, solución salina o fluidos que contienen proteína).
  2. Conservantes y estabilizadores para ayudar a la vacuna a permanecen sin cambios (por ejemplo, albúmina, fenoles, y glicina).
  3. Adyuvantes o potenciadores para ayudar a que la vacuna sea más eficaz.

¿Cuáles son aditivos tóxicos?

Los detractores de las vacunas alzan la voz de alarma ante el empleo de Timerosal como conservante y de Aluminio como adyuvante (6):

  • El Timerosal, también conocido como tiomersal, es un conservante que contiene mercurio que se añade a viales de vacuna que contienen más de una dosis para prevenir la contaminación y el crecimiento de bacterias potencialmente nocivas.
  • Sales de Aluminio, se añaden como adyuvantes para ayudar a la vacuna estimular una respuesta mejor. Los adyuvantes ayudan a promover una anterior, más potente y más persistente respuesta inmunitaria a la vacuna.

¿Están relacionadas con enfermedades neurológicas?

Respecto al timerosal surgió un alto grado de preocupación por su contenido en mercurio, estando este último relacionado con daño neurológico en los primeros estadios de maduración (2). Si bien esto es cierto, cabe decir que la cantidad de mercurio que puede llevar una vacuna es de 0,05-0,025 mg/dosis.

Además, existen estudios que demuestran no haber ninguna relación causal entre la exposición temprana a timerosal y el desarrollo de alteraciones neuropsicológicas. Ejemplo de ello es el estudio de Thompson WW and col en el que se evaluaron hasta 40 aspectos neuropsicológicos a un total de 1000 niños vacunados, no obteniéndose ningún tipo de relación causal (7).


No obstante la FDA (Food and Drug Administration) ha requerido a las empresas que producen vacunas que proporcionen información detallada sobre el contenido de tiomersal en sus productos (2).


Respecto al uso de sales de aluminio, hay estudios que relacionan la exposición a sales de aluminio con el desarrollo de Trastorno del Espectro Autista, comúnmente conocido como Autismo (5,6). No obstante algunos autores consideran que se trata de cantidades poco significantes, las cuales se pueden encontrar por igual en la vida cotidiana (naturaleza, aire, agua, alimentos, leches de fórmula, desodorantes…) (2).

Más tarde, la Organización Mundial de la Salud en colaboración con la Global Advisory Committee on Vaccine Safety (GACVS), aseguró que los estudios que demostraban una relación entre la exposición de sales de aluminio y el autismo, estaban viciados. El argumento central realizado en estos estudios se basa en comparaciones ecológicas del contenido de aluminio en las vacunas y las tasas de trastornos del espectro autista en varios países. En general, los estudios ecológicos no pueden ser utilizados para hacer valer una asociación causal. Por lo tanto, su valor es principalmente para la generación de hipótesis (8).


Espero que esta información os sirva de ayuda a la hora de tomar una decisión sobre la vacunación. Atentamente Alberto Sánchez Mellado – Graduado en Enfermería, Estudiante de Medicina-(Health&Society91).

Bibliografía

1.      Real Academia Española.
2.      Delgado Rubio A, Martinón Torres F. Controversia en la seguridad de las vacunas: mitos y realidades. Asociación Española de Pediatría.
3.      ¿Qué puedo prevenir?, Asociación Española de Vacunología. 2012. 
4.      Tomljenovic L, Shaw CA. Do aluminum vaccine adjuvants contribute to the rising prevalence of autism? Journal of Inorganic Biochemistry, 2011; 105: 1489–1499.
5.      Tomljenovic L, Shaw CA. Aluminum vaccine adjuvants: are they safe? Current Medicinal Chemistry, 2011; 18(17):2630–2637.
6.      Vaccines and  Inmunizations. Center for Disease Control and Prevention. 2012.
7.      Thompson WW, Price C, Goodson B, Shay DK, Benson P, Hinrichsen VL, et al. Early thimerosal exposure and neuropsychological outcomes at 7 to 10 years. N Engl J Med 200727; 357(13): 1281-92. 

8.      Global Advisory Committee on Vaccine Safety, report of meeting held 6-7 June 2012.


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